El liderazgo consciente no se basa en la generación de ganancias, sino en el fomento del potencial de talento. Las empresas deben alcanzar rentabilidad económica, pero también deben aspirar a obtener rentabilidad social. Las organizaciones requieren líderes que sean capaces de reconocer sus propias emociones y las de sus colegas, que actúen de manera coherente con sus acciones y que pongan a las personas en el centro de sus decisiones.

Dirigir y liderar son dos conceptos distintos. Mientras que dirigir se enfoca en guiar a los equipos para que cumplan sus tareas y alcancen objetivos, liderar busca impulsar el talento de los colaboradores para lograr hazañas que parecían inalcanzables. Para hacerlo posible, es esencial adoptar un enfoque de liderazgo consciente. Pero ¿cómo se puede convertir uno en un líder consciente?

Un líder consciente es aquel que alinea el propósito de su equipo con el de la empresa, y no se limita únicamente a la generación de utilidades, sino que se esfuerza por ser una mejor persona, impulsar el talento y perseguir un propósito que tenga un impacto positivo en la comunidad y las partes interesadas de la empresa.

Andrés Fabre, consejero fundador de Capitalismo Consciente México, afirmó en una entrevista que » Los líderes logran traer a la realidad cosas inimaginables, los lideres son quienes logran que su equipo supere su propia expectativa, que salgan de su forma de confort y lleguen más allá de su expectativa, los líderes inspiran”.

Este tipo de liderazgo conlleva beneficios, como el aumento de la productividad y la reducción de la rotación y el ausentismo, ya que los colaboradores se sienten comprometidos y motivados.

¿Cómo se caracteriza a un líder consciente?

Ser un líder consciente implica ir más allá del coeficiente intelectual; implica reconocer las propias emociones y las de los demás, desarrollar una inteligencia sistémica para comprender cómo las decisiones impactan en la empresa y actuar de manera coherente para inspirar al equipo.

Además, este tipo de liderazgo implica tener un propósito que trascienda la generación de riqueza. Se trata de preguntarse: «¿Qué perdería el mundo si mi empresa dejara de existir?» Debe ir más allá de la mera producción de un producto y considerar el impacto potencial que tendría en la humanidad si el negocio desapareciera.

El liderazgo consciente puede aplicarse en cualquier tipo de empresa, ya sea una gran corporación, una pyme y hasta emprendimientos.

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